viernes, 14 de mayo de 2010

… la oscuridad del Mundo

"Estar preparados es estar fortalecidos".
Lao Tse


Podemos coincidir en que "todo es multicausal", también que es plurifocal su desarrollo. Se acabó el mundo plano y la línea recta, las rectas intensiones y el acatamiento a las “mismas pautas de existencia”. Es así que diariamente, conciente o inconcientemente, nos tenemos que enfrentar al análisis de por lo menos dos posiciones existenciales que golpean nuestras vidas:
1 Métodos para adaptarnos a "los cambios".
2 Datos sobre los aspectos negativos y positivos de "la nueva realidad".

Sí, lo oscuro está rodeándonos.
FI

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De la mala a la peor
Por Juan Gelman

Se apaga el concierto de voces que proclaman la salida de la crisis económica mundial: el sismo europeo es una fuerte réplica del epicentro que sacude a EE.UU. desde el 2008. Hasta el FMI subraya que las medidas adoptadas para salvar a Grecia son apenas calmantes de una enfermedad grave. Pero no explica en qué consiste el mal. Sólo propone la “cura” de las medidas de ajuste que afectan a millones y millones de habitantes del planeta.

El distinguido profesor emérito de Economía de la Universidad de Ottawa, Michael Chossudovsky, y el investigador independiente Andrew Gavin Marshall acaban de reunir en el volumen titulado The Global Economic Crisis. The Great Depression of the XXI Century (Global Research Publishers, Centre for Research on Globalization, Montreal, 2010) los trabajos de 16 especialistas que exploran a fondo las causas y consecuencias de un fenómeno que no se debe precisamente a un puñado de banqueros sin escrúpulos, como Barack Obama propone: es el desemboque de un largo proceso de cambio del modelo económico occidental que se inició en los años ’80. La llamada “desregulación” que nació entonces estuvo normada por la implantación progresiva de complejos instrumentos creados por el aparato financiero. Los editores sintetizan las conclusiones de los estudiosos en el prólogo de la obra (www.globalresearch.ca, 9-5-10). La central: “La humanidad se encuentra en la encrucijada de la crisis económica y social más grave de la historia moderna”. Se subraya que no consiste sólo en la burbuja inmobiliaria que estalló hace dos años: el hundimiento de los mercados financieros en el período 2008/09 fue secuela del fraude institucionalizado y la manipulación financiera. En obediencia, claro, a la ley del beneficio máximo.

Es notorio que esto ensancha las distancias entre base y cima sociales en materia de distribución del ingreso nacional. Un estudio que el profesor Emanuel Saez, del Departamento de Economía de la Universidad de Berkeley, llevó a cabo hace dos años revela que en EE.UU. ese distanciamiento “es particularmente brutal a partir de los ’80: el 10 por ciento más rico (de la población) acaparaba el 35 por ciento del ingreso nacional en 1982, una proporción que alcanza el 50 por ciento 25 años después, reinstalando la situación que precedió al crac de la Bolsa en 1929” ( , 15-3-08). Pese a las declaraciones optimistas de la Casa Blanca, el desempleo en la superpotencia va en aumento. Otros análisis inquietantes se resumen en el prólogo de The Global Economic Crisis: esta recesión económica no tiene un origen acotado, sino que se inscribe en el desarrollo de una militarización a escala mundial. “La dirección de la ‘guerra prolongada’ del Pentágono se vincula estrechamente con la reestructuración de la economía global..., la arquitectura financiera global alimenta objetivos estratégicos y de seguridad nacional. A cambio, la agenda militar de EE.UU. y la OTAN sirve de apoyo a una poderosa elite empresarial que socava incesantemente las funciones del gobierno civil.”

El traslado de una ingente masa de capital a las actividades financieras ha “desmaterializado” la producción y provocado un cambio estructural en la economía estadounidense: crece el número de quiebras de empresas pequeñas y medianas, al mismo tiempo que la economía de guerra, engordada por un presupuesto de defensa de casi un billón de dólares, goza de muy buena salud. La industria de armas de alta tecnología y la contratación de mercenarios para las guerras de Irak y Afganistán conocen, entre otros, un esplendor sin precedentes. “Basta echar un vistazo a la escalada (bélica) en el Medio Oriente y Asia Central, así como a las amenazas de EE.UU. y de la OTAN dirigidas a China, Irán y Rusia, para percibir hasta qué punto la guerra y la economía están íntimamente vinculadas.” Las relaciones de la banca con el complejo militar-industrial y los gigantes del petróleo, el papel central que la política monetaria desempeña en la recesión, el peso de la deuda pública y privada, las repercusiones socioeconómicas y políticas que acarrearon las reformas del libre mercado, son aspectos que, entre otros, escrutan analistas destacados como Claudia von Werlhof, Richard C. Cook y Peter Dale Scott. Desde distintos puntos de vista y desde disciplinas diferentes, todos los autores coinciden –señala el prólogo– en que se trata de una crisis con alcances verdaderamente mundiales que influyen en todas las naciones y en todas las sociedades. La estadounidense incluida, desde luego.

“Nunca vi algo semejante –señaló Noam Chomsky sobre el estado de ánimo imperante en EE.UU. (www.legrandsoir.info, 24-4-10)–. Escucho la radio para enterarme de lo que dicen los que llaman por teléfono. ¿Qué me pasa?, se preguntan. Hice todo lo que me dijeron que hiciera. Soy un buen cristiano. Trabajo duro para mantener a mi familia. Tengo un arma. Creo en los valores de este país y, sin embargo, mi vida se derrumba.

> http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-145588-2010-05-13.html

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El Nóbel de la Paz prepara su ofensiva más sangrienta contra los talibanes afganos

@Ángel Martínez

Una tempestad de acero se cierne sobre Kandahar, el bastión de los talibanes afganos, su lugar de origen y feudo espiritual. Las tropas estadounidenses y sus aliados lanzarán en junio contra esta provincia del sur de Afganistán la mayor ofensiva en nueve años de guerra, una operación calificada como la “piedra angular” de la estrategia bélica de Barack Obama (el controvertido refuerzo de 30.000 hombres que prometió a sus generales) y que conlleva el despliegue en la zona de 23.000 militares norteamericanos, canadienses y afganos.
La lucha promete ser larga y cruenta. Los insurgentes talibanes anunciaron el pasado 8 de mayo que endurecerán sus acciones con artefactos explosivos, asesinatos de extranjeros y atentados suicidas en las zonas urbanas, tácticas que se cobraron la vida de casi 1.600 civiles en 2009. Cientos de jóvenes combatientes, más extremistas que los veteranos, han sido enviados a Kandahar y a zonas vecinas para hacer frente a las fuerzas de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad), según responsables de seguridad citados por Europa Press. "La gente está respirando terror", afirmó esta semana el líder del consejo provincial, Ahmad Wali Karzai, hermano menor del presidente Hamid Karzai, quien ha suplicado a la ONU que regrese a Kandahar porque el Gobierno no puede responder a las creciente crisis humanitaria.
Mientras, en Washington, el reloj político sigue corriendo. Obama reafirmó este miércoles su intención de transferir a Kabul el control del país a finales de este año y sus planes de iniciar la retirada gradual de las tropas en julio de 2011. Sin embargo, las cosas progresan con tal lentitud sobre el terreno que parece improbable que pueda cumplir dicho calendario. Y tampoco es seguro que pueda conseguir más tiempo; ya le resultó difícil persuadir al Congreso para que aprobará el refuerzo de tropas.

El general Stanley McChrystal, comandante en jefe de la ISAF, ha descrito la campaña del sur como una lenta marea que requerirá tiempo y paciencia. Asimismo, él y otros altos mandos han advertido sobre el inevitable aumento de bajas. "Creo que hemos dejado claro desde hace meses que la del sur va a ser una lucha muy ardua, y, por muy trágico que sea, hemos admitido que habrá pérdidas", dijo recientemente ante la prensa Mike Mullen, el más importante asesor militar de Barack Obama.

El plan actual para "retomar" Kandahar difiere del empleado en la reciente ofensiva en Marjah, en la vecina provincia de Helmand, donde 15.000 estadounidenses se desplegaron por tierra y aire en menos de 24 horas. Si la exitosa operación de Marjah conllevó una masiva incursión de tropas, Washington pretende que la campaña de Kandahar se base en más acción política y menos combate. En los últimos seis meses, se han erigido once bases en el valle de Arghandab, la entrada natural a la auténtica capital de los talibanes, una ciudad cargada de simbolismo. Grupos de fuerzas especiales han lanzado operaciones en la urbe para capturar o matar a los mandos talibanes. Mientras, cientos de soldados se han desplegado en las vastas zonas agrícolas colindantes en un intento por romper las líneas de suministros de los talibán.
> http://www.elconfidencial.com/mundo/afganistan-obama-20100515.html

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… Y los títulos abundan; pero este es significativo a lo anterior.

Debaten si la crisis económica global tendrá salida militar
XII Encuentro sobre Globalización y Problemas del DesarrolloPor Cesar López Gil
La Habana, 02.Mar.10 (AIN)
> http://www.ain.cubaweb.cu/2010/marzo/02cv-encuentro-globalizacion.htm

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“Si la guerra “ocurre” o no, tiene importancia únicamente al ignorarse las problemáticas superestructurales en las que la civilización humana actual está envuelta. Lo que debería entenderse es que “La Guerra” se desarrolla desmasificadamente. O sea, ocurre en diferentes frentes, con diferentes intensidades y bajo aspectos básicamente tecnológico-financieros.

“La Guerra” está en desarrollo. Por lo que el adiestramiento para vivir en su status quo es más que necesario. Quienes intentan detenerla apenas buscan no transformarse en su “escenario” fatal. Sin embargo, es posible que solamente estemos en otra instancia “cruel” de la evolución.

Febrero 12, 2003
Del libro Política de la Ilusión.
Ric Duró

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